¿Sigo? Desde aquí parece que no llegaremos a ningún lado. Quedan algunos artefactos
descritos en viejos manuales de economía, la lengua reencontrada con sus propios
componentes, vista problemática de un suceso que está por llegar, o que estaba aquí
desde antes que nosotros llegáramos. No imagino su aliento, pero imagino su tristeza;
imagino que se ha encontrado con ella y sus ideas políticas lo han tomado desprevenido;
él, maldita sea, no sabe, nunca, qué pasa.
El primer impedimento es obvio: los zapatos están rotos y la última gota de agua
apareció por allá de mayo. Al otro lado del puente se discute la tiranía y el abandono;
no hay puente posible. Otros se han tragado sus opiniones pero al menos tienen qué tragar.
Un auto pasa [segundo 2:17], pero resulta imposible saber si va en la dirección correcta,
o si va, siquiera.
Toda esta ausencia es bastante práctica. Cuando el puente se rompa podremos encontrarnos de verdad.